¿Claridad Conceptual ?
A sabiendas de que no soy dueño de la verdad absoluta y qué, como un ser humano qué soy, tengo el deber de ejercer el derecho de errar, en mis investigaciones, tratando de llegar a soluciones valederas y poder dar sugerencias sobre cómo solucionar los problemas que enfrentamos referentes a los desastres ecológicos, en él excelente trabajo realizado por el doctor Rafael Javier Rodríguez Rodríguez titulado:
EL CAMBIO CLIMÁTICO:
UNA RESPUESTA FÍSICA AL COMPORTAMIENTO HUMANO.
Diferentes versiones sobre el problema global…
Encontré lo siguiente…
Esta es una historia de cuatro personajes llamados Todo El Mundo, Alguien, Cualquiera y Nadie.
Había que hacer un trabajo importante y se pidió a todo El Mundo que lo hiciese. Todo El Mundo estaba seguro de que alguien lo haría. Cualquiera podría haberlo hecho. Pero nadie lo hizo. Alguien se enfadó a cuenta de eso, porque era un trabajo de todo El Mundo.
Todo El Mundo pensó que cualquiera podría hacerlo, pero nadie se dio cuenta de que todo El Mundo no lo haría finalmente, todo El Mundo culpó a alguien cuando nadie hizo lo que cualquiera podría haber hecho.
PÍRIEN. 1989.
Son conocidos apocalípticos informes qué atañen a todo El Mundo, emanados de ciudadanos comunes, científicos, políticos, y hasta por empresarios. Se ha determinado las posibles consecuencias ambientales asociadas al crecimiento de las poblaciones y sus estilos de desarrollo y más allá, se han analizado las formas o maneras que utiliza el medio rural, la producción agropecuaria, en ocasiones rudimentarias y hasta prohibitivas, como son la tala y la quema en zonas de alta fragilidad ecológica, que impunemente, en violación fragrante de la Constitución Nacional y las leyes de la Republica, hasta con carácter penal, que expresamente protegen al ambiente.
Pese a las razones críticas recibidas se han abierto puertas institucionales para abordar los problemas, en ocasiones los expertos han informado sobre el hecho de que la naturaleza posee un límite. Se debe tener el conocimiento de qué es imperioso general una conciencia clara sobre la independencia económica, social y ambiental y proveer a cada ser humano con las oportunidades para adquirir conocimientos valores y actitudes que les permitan modificar sus patrones de comportamiento para proteger y mejorar el ambiente.
Los seres humanos hemos rebasado los límites físicos del planeta: la utilización de muchos recursos esenciales y la generación de muchos tipos de contaminantes han sobrepasado ya las tasas que son físicamente sostenibles. Resaltando una verdad contundente la cual se puede resumir de la siguiente manera:
“Sin reducciones significativas en los flujos materiales y energía habrá en las décadas venideras una incontrolada disminución per cápita de la producción de alimentos, del uso energético y de la producción industrial”.
Se ha planteado la concepción del desarrollo sostenible marcando las pautas en el progreso de la educación ambiental, pero lamentablemente hasta ahora, en una eterna disyuntiva debido a la ambigüedad en el término, que incluso ha motivado una fuerte tendencia a pretender cambiar el término “educación ambiental” por el de “educación para el desarrollo sostenible,” lo que sin duda plantea nuevas interrogantes. Desde el punto de vista de la ciencia climática los esfuerzos investigativos han estado en gran medida orientados hacia la intrigante causa del adelgazamiento de la capa de ozono a nivel estratosférico en primer lugar y en segundo a tratar de descifrar una alteración global del clima originada por el calentamiento de las aguas del Pacífico tropical conocida en Sudamérica como el niño y en los pasillos académicos como la oscilación del sur.
Es imprescindible reconocer que la complementariedad de lo ambiental, social y educativo en el tratamiento de problemas globales se ha convertido en una prioridad que debe guiar a un nuevo paradigma capaz de reconocer lo complejo de la situación donde la concienciación y la participación activa de todos los implicados nos conduzca a renunciar a que el otro paradigma donde reina el saqueo, la explotación y el despilfarro en la naturaleza, impunemente.
Ante lo que ocurre en nuestro jardín y patio trasero, nuestros Parques Nacionales, Zonas de Protección Especial (ABRAES) y de alta fragilidad ecológica, cuencas de importantísimos ríos, en el Valle del Turbio, en el semi-árido, etc., que presumo sea una devastación inaceptable, pero incontroladamente impune, durante más de tres décadas de actividad al respecto, he tratado de que “ALGUIEN” con suficiente autoridad y demostrada responsabilidad, me apoye y se elabore un proyecto para emprender la reforestación de las áreas afectada, no sin que antes, “CUALQUIERA” que ostente el poder necesario, pare los ecocidios cometidos y no se siga perjudicando a “NADIE” y menos a las futuras generaciones…
LA
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