El primer ojo se dio a unos metros de la superficie de España, una especie acostumbrada al Melanosetus Johnsnew Abisal, conocido como Black Devil.
Este evento sin precedentes presenta un hito para la ciencia y expone nuevas posibilidades para el estudio de los misterios del mar según National Geographic.
Gracias a la ONG CONDRIC TENERIFF, esta visita tuvo lugar a dos kilómetros del municipio de la Guía de Isra, que se dedica a la investigación y preservación de tiburones y huelgas en las Islas Canarias. La compañía estaba a cargo de promover el video de la reunión, que ha agitado la comunidad científica.
Según los expertos, esta es la primera vez que el diablo negro ha sido monitoreado tan cerca de la superficie.
El diablo negro, o la violación de Abisal, un depredador marino que generalmente vive entre 200 y 2,000 metros de profundidad en toda la oscuridad del fondo del mar. Su apariencia es tan única como aburrida: un cuerpo oscuro, un diente con hongos afilados y un apéndice frontal bioluminsant que lo usa para atraer a su víctima. Gracias por este bioluminecense que vive en sus cuerpos, y aunque su apariencia puede parecer amenazante, es completamente inocente para los humanos.
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Esta especie, que prácticamente no conoce la luz solar, apareció en el medio del día para que el evento sea más atractivo para los investigadores. Los expertos cambian su presencia en una profundidad tan superficial para explicar una serie de suposiciones: puede escapar del cazador, fue arrastrado por una corrientes marinas o sufrir una enfermedad. También se supone que los cambios en el medio marino pueden afectar el comportamiento anormal de las especies de aguas profundas.
| Inusual: primero registraron el aterrador “Diablo negro de los abdominales” de Tenrif. Esta será las primeras vistas registradas de una ventilación abisal adulta, a una amplia gama de luz del día.
pic.twitter.com/snqpkgdbpf– Un Plus (@uhn_plus) 7 de febrero de 2025
Su presencia y más allá de la bioluminecencia, el Diablo Negro incluye la orden de un pez que representa su extraña técnica de confrontación. En algunas especies de esta familia, los hombres son mucho más jóvenes que las mujeres, literalmente integrados con su pareja. Incapaces de sobrevivir por sí mismos en la inmensidad del mar, se adhieren al cuerpo de la mujer, se rompen las extremidades hasta que se conviertan en una fuente permanente de esperma. Esta adaptación extrema le permite reproducir el tiempo de su “pareja” cuando es necesario cuando lo necesita.
Tales descubrimientos para las ONG no solo fortalecen la importancia de las Islas Canarias como la clave para estudiar la biodiversidad marina, sino que también brindan nuevas oportunidades para comprender cómo se ajusta esta especie con condiciones extremas o fuera de su hábitat natural.
Con la aprobación del Ministerio de Transición Ecológica y el Desafío demográfico, el Condric Tenrif continuará explorando en la región.
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