Mitos y Leyendas: Ánimas penan por el edificio La Moneda en centro de Barquisimeto

En Barquisimeto, la referencia a la plaza de La Moneda evoca un lugar lleno de libros, textos e historias vendidos por los llamados libreros. Sin embargo, La Moneda es el nombre del edificio ubicado a su lado derecho, hacia el oeste de lo que realmente es la plaza Pedro León Torres, situada en la carrera 19, esquina de la calle 23, frente a la sede de la Gobernación del estado Lara.

Esta plaza se encuentra a sólo dos cuadras del Casco Histórico de Barquisimeto. Las historias que se cuentan en la zona son, para muchos, hechos de fantasía, y para quienes las vivieron en carne propia instantes tenebrosos que nunca olvidarán.

Luis Mata nació en Maracay, estado Aragua, pero creció en Barquisimeto. Emigró en 2002 y, tras vivir en varios países, se radicó en Argentina hace 14 años. Periodista de profesión, sus experiencias en Venezuela son algo que difícilmente podrá olvidar, no sólo por la calidez de su gente, sino por los hechos paranormales que vivió luego de alquilar un apartamento tipo estudio en el edificio La Moneda.

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Más allá de los libros: El edificio La Moneda, testigo de historias paranormales en Barquisimeto

En aquel entonces, no creía en esas cosas. Aunque, como todos los niños, había escuchado las leyendas de La Sayona y El Silbón, no les prestaba atención, pues nunca había vivido una situación similar.

En el año 2000, llevaba unos tres años viviendo allí, en una edificación en Barquisimeto de los años 50 con escaso mantenimiento. La entrada siempre estaba a oscuras, los problemas eléctricos eran constantes, creando un “ambiente pesado”.

Mata comentó que “allí pasaba algo muy raro: en la parte baja nunca había luz. Recuerdo que el dueño hacía los cambios necesarios; se cambiaba un bombillo a las 4:00 de la tarde y ya a las 4:30 p.m. estaba quemado. Con la intención de lograr reparar la falla del fluido eléctrico, mandó a hacer la sustitución del sistema, pues era muy viejo. La nueva acometida eléctrica se hizo por fuera, lo que demostraba que el trabajo se había hecho, pero la problemática persistía. No se lograba dar con la causa del problema que sólo se presentaba en la planta baja del edificio”.

La entrada era una sala grande; había una escalera de caracol muy de la época. Mata cuenta que tenía una amiga que es médium y le decía que cada vez que entraba al edificio escuchaba voces de personas como pidiendo auxilio, gritos, llorando, lamentándose, y ese tipo de comentarios le inquietaban, pues eso no era normal, y mucho más cuando él no escuchaba nada. Por eso, cada vez que entraba, casi que lo hacía corriendo y con la linterna del celular encendida, porque siempre estaba oscuro.

“Un día, revisando documentos en mi trabajo, me encontré con una carpeta sobre el edificio La Moneda. Al examinarla, descubrí que había sido el más lujoso de Barquisimeto en la década de 1950. Cada piso era un apartamento y donde yo vivía era un tipo estudio que habían dividido en dos. De hecho, tenía puertas selladas. Era un espacio extraño, y, además el apartamento del vecino tenía un patio con plantas. Lo que más me sorprendió fue descubrir entre esos papeles que, allí en la planta baja del edificio donde vivía, había estado la sede de la Seguridad Nacional de Barquisimeto. Después de eso, al volver a casa me fijé en las paredes y estoy seguro de que allí estaban las cámaras de tortura”.

Una creencia de Barquisimeto

Mata recuerda que “los relatos decían que allí torturaron y mataron gente. A la mañana siguiente, como siempre salía muy temprano, me fijé bien y vi que había espacios y puertas que habían sido tapados, sellados. En ese momento entendí por qué, al pasar, sentía tantas cosas extrañas y mi amiga escuchaba a gente gritar. Ese edificio está lleno de fantasmas porque en mi apartamento pasaron muchas cosas: se veían sombras, se escuchaban gritos”.

Aunque en los papeles se leía que era la sede de la Seguridad Nacional, principal organismo de represión política del gobierno que se encargaba de perseguir, detener y torturar a opositores políticos, estudiantes, líderes sindicales y cualquier persona considerada una amenaza para el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, eso no está del todo claro.

El costumbrista, Iván Brito, explica que el recinto estaba ubicado en la carrera 19 entre calles 23 y 24, lugar donde ahora se encuentra un estacionamiento. Por otro lado, para el cronista Carlos Guerra, la Seguridad Nacional estaba en la esquina de la carrera 19 con calle 24.

Guerra relata que, en esa esquina, donde hoy está una zapatería hacia el lado suroeste, frente al Banco Exterior, se torturaba a las personas. Además de este, había otros espacios clandestinos, por lo cual no descarta que la planta baja del edificio La Moneda haya sido uno de ellos. “Dada la cercanía al lugar neurálgico que fue esa vieja casona que existió en la esquina de la hoy carrera 19 con calle 24, que con la nomenclatura antigua era la calle Libertador con la calle Lara”.

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