A raíz de las políticas de «mano dura» que ha implementado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra los migrantes, se ha dado una contención del flujo de venezolanos que tenían la intención de emigrar al Norte. Las deportaciones, criminalización y ataques xenófobos que se registran en Estados Unidos y Suramérica, hace que los connacionales reconsideren las opciones para abandonar el país. Muchos en busca de estabilidad económica, ahora piensan en España u otros países de la Unión Europea como primera opción, así como en Colombia y Brasil.
El paso por el Tapón del Darién disminuyó más de un 90% en enero. Por ahí transitaron 2.200 migrantes ese mes, unas 72 al día, es la cifra más baja en cuatro años, según el gobierno de Panamá. La administración de Trump presume que ahora por la frontera con México el número de detenciones diarias es el más bajo en los últimos 15 años, de tan sólo 200 versus los 15.000 migrantes detenidos diariamente cuando gobernaba Joe Biden.
Pero aunque la movilización internacional venezolana ha descendido hacia EE. UU., donde tan sólo vive el 6,9% de los migrantes criollos que hay en el mundo (7.8 millones), según la Plataforma R4V de la Organización Internacional para las Migración (OIM) y Acnur. La intención de irse del país en la población productiva de Venezuela no disminuye.
Un estudio de Poder y Estrategia publicado el 12 de febrero, señala que el 18% de los venezolanos quiere irse del país, y las cifras aumentan cuando las edades son más jóvenes, de 18 y 30 años el 40% ha pensado en irse.
Esta encuesta se realizó a nivel nacional desde el 25 hasta el 30 de enero y señala que en septiembre 2024 la gente tenía como primera opción para emigrar Estados Unidos, pero esa cifra se desplomó del 27% al 11% en enero 2025. Lo que quiere decir que las políticas estadounidenses han surgido efecto para desmotivar a los migrantes. El 26% de los criollos ahora quieren irse a España, el 16% a Brasil y el 13% a Colombia.
«La gente está viendo la posibilidad de ir a un país con un nivel económico que les permita mayor desarrollo y oportunidades. Muchas personas han descartado Sudamérica por las limitaciones grandes que hay para la integración social. Eso no quiere decir que no vaya a haber mucha migración hacia Sudamérica, porque sigue siendo un destino interesante, o es la única opción para algunos. El que no tiene los medios económicos para atravesar el Atlántico en un avión seguirá pensando en marcharse a Latinoamérica por vía terrestre», comentó Ligia Bolívar, socióloga e Investigadora del Centro de DD. HH. de la UCAB.
Pulso para los migrantes
Tomás Páez, sociólogo y presidente del Observatorio de la Diáspora Venezolana, explicó que a raíz de las elecciones del 28 de julio 2024, el movimiento de migrantes aumentó hacia Brasil, donde ya hay más de 700 mil venezolanos, sobre todo hacia el municipio fronterizo Pacaraima. Hacia Guyana también se han ido muchos venezolanos recientemente, porque es de los países de Latinoamérica que registra un acelerado crecimiento económico por la explotación petrolera que tiene. La gente se ha movilizado a República Dominicana y Curazao, y de Europa los destinos preferidos son España y Portugal.
«Pareciera que con la decisión de las deportaciones y la eliminación del TPS, todo cambió para la migración. Pero la realidad es que los venezolanos siguen emigrando porque hay una situación país, hay una crisis muy grande, que es económica, social, que es institucional, que es política y que no se avizora posibilidades de mejora», argumentó.
El Observatorio de la Diáspora Venezolana sostiene que hay 9.1 millones de criollos en 90 países.
