“Las educadoras venezolanas también nos hallamos en un estado de indignación suprema, ante la infinita cantidad de arbitrariedades que se han cometido, y que se pretende seguir cometiendo, contra todos nosotros los docentes del país”.
De esa forma se expresaron varios dirigentes de gremios educativos venezolanos que, en la mañana de este miércoles 12 de marzo, protagonizaron una caminata denominada “Marcha por la Dignidad de la Mujer Educadora”, a propósito de haberse conmemorado el pasado sábado 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer.
Inicialmente, los docentes –en su mayoría del sexo femenino— se concentraron en la Casa del Educador, ubicada en la avenida Venezuela con la calle 26 de Barquisimeto, y avanzaron luego por la calle 25 hasta la carrera 19, por donde bajaron hasta la calle 22, para tomar esta última vía y llegar hasta la carrera 22, por donde subieron hasta llegar a la sede de la defensoría del Pueblo, en la carrera 21 entre las calles 23 y 24, y, de allí, culminar la marcha frente a la sede de la Inspectoría del Trabajo, ubicada en la misma cuadra.
Durante el desarrollo del evento, , ofrecieron declaraciones algunos directivos de gremios docentes, entre ellos Liliana Yépez, Marlys Loyo y Roger Sosa.
En síntesis, todos ellos denunciaron nuevamente la grave situación de los educadores venezolanos, públicamente conocida desde hace ya tiempo, tales como sueldos “de hambre”, de dos o tres dólares mensuales; negativa desde hace siete años a la firma de la nueva contratación colectiva del magisterio venezolano, negativa desde hace tres años a un incremento salarial para los educadores, etc.
–Y, de paso, ahora nos encontramos con un ex abrupto más, como lo ha sido la suspensión de sueldos a alrededor de 5.000 trabajadores de la educación en todo el país.
–Esto último, por cierto, nos hace recordar que, en junio del año ´pasado, jubilaron de oficio de alrededor de 20.000 trabajadores de la educación en todo el país, la mayoría docentes, los que, aparte de que dejaron de recibir su cesta ticket, ahora tampoco les han cancelado su jubilación.
–¿Qué más nos va a quitar ahora, señor ministro –preguntaron— si ya todos nuestros ingresos han sido pulverizados por completo?
–Y lo más triste y grotesco es –aseveraron—que pretenden que nosotros volvamos a laborar en las aulas de clase durante los cinco días de la semana, cuando precisamente los días de ausencia los tenemos que dedicar los educadores venezolanos es a otras actividades que nos generen algunos ingresos para medio subsistir en esta desesperante situación en que vivimos/RG
Gráfica: Julio Colmenárez
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