La confrontación de los Cardenales de Lara ante los Leones del Escogido en la primera semifinal de la Serie del Caribe trajo a colación una verdad inmutable sobre el béisbol, en el sentido de que es una disciplina de milímetros, de pequeños detalles, que pueden hacer la diferencia entre prevalecer o tropezar.
Los campeones de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM), y la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), se enfrascaron en un buen duelo, de alternativas, cerrado, y en el que precisamente, el más mínimo detalle, ejecutado o no, podría favorecer a uno, y perjudicar al otro.
De esa manera, transcurrieron desde el primer episodio, con los melenudos como visitantes picando adelante en el mismo primer tramo.
A partir de ese punto, los dominicanos, con Brooks Hall como abridor, y los pájaros rojos, con Máximo Castillo, encarrilaron las cosas por un buen duelo de lanzadores, ligeramente “trastocado” en el tramo 3, cuando los de Quisqueya sumaron otra rayita.
Por su parte, la ofensiva del mánager Henry Blanco, a pesar del mérito del serpentinero rival, volvió al letargo con el que comenzó en Mexicali 2025, y fue hasta la séptima entrada cuando logró marcar, rayita regresada por Leones en el comienzo el octavo, pero, en la baja de éste, los crepusculares sumaron esas dos que, a la larga, obligaron a las entradas extras.
La famosa regla panamericana, llamada también la del “corredor fantasma”, bien fue aprovechado por ambos conjuntos en la décima, algo que los merengueros también hicieron en el onceavo, pero no así los alados de Venezuela.
Abajo en el marcador, Danry Vásquez fue el corredor asignado en la segunda base, Hernán Pérez tocó para sacrificio, pero el lanzador Jimmy Cordero intentó sacar out en tercera, pero sorprendido quedó él, con un disparo un poco desviado que dejó ambos corredores a salvo; luego, Pérez robó la intermedia cuando bateaba Francisco Arcia, quien eventualmente falló con línea baja que con agilidad y estilo decapitó el inicialista Yamaico Navarro.
Esto fue determinante, porque significó el primer out en ese contexto extremo para el Escogido, pues, si esa bola pasaba, Cardenales les dejaba en el terreno.
Pero la ejecución del primera base le dio un respiro necesario al serpentinero, que mantuvo un gran enfoque para con tres lanzamientos ponchar a Eduardo García haciendo tres swings fallidos; tal recomposición permitió a Cordero asumir con gallardía el turno contra un experimentado de peligro como Gorkys Hernández.
Le vino por el medio, primer strike: luego, la colocó en la zona baja de strike, y el criollo falló con línea floja al campocorto Gustavo Núñez.
El marcador final de 5×4 llegó tras tener corredores en posición de anotar, sin outs y el primero de ellos, una gran pieza defensiva, ese detalle muchas veces olvidado pero que también gana partidos, como éste para unos Leones ahora finalistas.
Los Cardenales se quedaron cortos en la intención bicampeonil en el Caribe para los monarcas venezolanos.
Fuente: Meridiano
Gráfica: Referencial
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