Once mujeres que eran obligadas a ejercer la prostitución han sido liberadas en una operación desarrollada por la Policía Nacional en dos pisos de las provincias de Granada y Almería, donde, además, se ofrecían sustancias estupefacientes a los clientes.
En la operación, desarrollada por la Brigada de Extranjería y Fronteras de Granada, en colaboración con las de Almería y El Ejido, han sido detenidos dos hombres, de 29 y 43 años de edad, respectivamente, ambos españoles, y tres mujeres, de entre 20 y 35 años, de nacionalidad ecuatoriana y colombiana.
La mayoría de los varones tienen antecedentes policiales.
Se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal, prostitución coactiva, contra la salud pública, trata de seres humanos con fines de explotación sexual, favorecimiento de la inmigración ilegal y tenencia ilícita de armas.
Asimismo, en los seis registros llevados a cabo, se han intervenido más de 75.000 euros, cocaína, hachís, marihuana, dos armas de fuego cortas y una de aire comprimido, junto con munición de diverso calibre.
La denominada Operación Goya ha logrado liberar a once mujeres de nacionalidades colombiana y venezolana, quienes estarían siendo obligadas a ejercer la prostitución y a ofrecer sustancias estupefacientes a sus clientes.
Se encontraban sometidas las 24 horas del día a un férreo control, y vivían en condiciones de hacinamiento.
La primera pista
La investigación comenzó tras recibirse una información sobre la existencia de una vivienda unifamiliar ubicada en un pueblo del cinturón metropolitano de Granada, que no ha sido especificado, en el que varias mujeres extranjeras en situación irregular estarían siendo prostituidas, y donde, además, se estarían vendiendo distintas drogas a los clientes.
El siguiente paso fue identificar al presunto proveedor de dichas sustancias y a los responsables de la explotación de dichas mujeres.
Resultó ser el hombre de 43 años, mientras que los supuestos responsables de la explotación de las mujeres formaban una pareja, él español y ella ecuatoriana, de 29 y 34 años de edad, respectivamente, ambos sin antecedentes.
Esta pareja también tenía dos viviendas en un pueblo de Almería cuyo nombre tampoco se ha revelado.
La operación continuó con la ejecución de cuatro registros.
Así, vinculados al presunto proveedor de sustancias estupefacientes se entró en un piso y dos cocheras en el pueblo de Granada, lo que se tradujo en la incautación de cerca de 11 kilos de marihuana, casi un kilo de hachís, varias dosis de cocaína rosa, casi 200 plantas de marihuana, cerca de 5.000 euros en metálico, dos revólveres, una pistola de aire comprimido y munición de diverso calibre.
Durante ese registro, fueron liberadas seis mujeres de nacionalidades colombiana y venezolana.
Las damas vivían hacinadas en una sola habitación, y el resto del piso quedaba a disposición de los clientes, que concertaban las citas a través del teléfono móvil. No importaba la hora: Ellas debían estar disponibles las 24 del día y los siete días de la semana.
Una vigilancia férrea
Igualmente, no podían moverse de esa vivienda, eran permanentemente controladas a través de un sistema de videovigilancia y sometidas a un estricto conjunto de normas de comportamiento.
Por ejemplo, si rechazaban a un cliente, eran penalizadas con una multa que debían pagar en metálico.
En esta vivienda se incautaron varios gramos de cocaína, más de 18.000 euros en metálico y varios móviles.
Otras dos viviendas fueron registradas en la provincia de Almería, y pertenecían a la pareja que dirigía la organización.
En la primera, fueron liberadas otras cinco mujeres, todas ellas colombianas, que estaban siendo coaccionadas para ejercer la prostitución en las mismas condiciones y bajo el mismo régimen que las de Granada.
Allí los policías incautaron más de 17.000 euros en metálico, varios teléfonos móviles y documentación contable. Por otra parte, en una segunda vivienda los agentes localizaron más documentación contable, más de 34.000 euros y varios envoltorios con cocaína.
En las dos casas, los clientes eran invitados a consumir sustancias estupefacientes, que eran facilitadas, en el caso de Granada, por el hombre con antecedentes policiales ya mencionado.
Además de éste y de la pareja que dirigía las operaciones, fueron detenidas otras dos colombianas, de 35 y 20 años de edad, encargadas presuntamente de controlar al resto de mujeres en las dos viviendas de Granada y Almería.
Las víctimas eran captadas en sus países y elegidas entre personas vulnerables, generalmente con cargas familiares.
Se les facilitaba el pasaje de avión, un pasaporte, una reserva de hotel y dinero en efectivo, todo ello para poder entrar en España simulando ser turistas.
Una vez en el aeropuerto de destino, eran llevadas directamente al piso de Granada o Almería, donde eran obligadas a ejercer la prostitución para saldar la supuesta deuda contraída con sus facilitadores.
Todos los detenidos en este operativo ya han sido puestos a disposición de la autoridad judicial correspondiente, y ha trascendido que dos de las mujeres han quedado en libertad después de prestar declaración en dependencias policiales/RG.
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