El 20 de marzo de 2024, seis opositores venezolanos decidieron refugiarse en la Embajada argentina en Caracas para esquivar las presuntas amenazas de las instituciones del gobierno. Un año después, Humberto Villalobos relata desde el interior de la legación ahora inactiva cómo el edificio «ha pasado de ser un hotel de cinco estrellas a un centro de reclusión», con limitaciones de suministros básicos y una vigilancia constante en el exterior.
Villalobos, coordinador electoral de la campaña de Vente Venezuela, el partido de María Corina Machado y Edmundo González, explica que junto a otros cinco compañeros tomó la decisión de entrar en la Embajada en busca de «protección» y con la esperanza de esquivar un arresto inminente, en un contexto de creciente represión que precedió a las elecciones presidenciales del 28 de julio.
«Poco a poco, nos fueron haciendo restricciones», lamenta en una entrevista a Europa Press en la que ha señalado que el Gobierno se ha hecho con el control de viviendas aledañas y decide en última instancia qué es lo que entra al interior de la Embajada, donde no existe ya actividad diplomática alguna por la suspensión de relaciones entre Caracas y Buenos Aires.
Villalobos explica que, frente a la Embajada, hay «constantemente» presencia policial, mientras que hace tres meses la empresa estatal de electricidad decidió limitar el suministro y ahora el edificio opera con una pequeña planta propia. «A veces tienes luz, a veces no tienes luz», resume.
El agua llega igualmente en «cantidades ínfimas» y las autoridades restringen la entrada de camiones cisterna, que sólo pueden acceder cada once días y apenas pueden encender la bomba «entre dos y cinco minutos», lo que según el opositor «obviamente no da» para cubrir las necesidades. Utilizan agua recogida de la piscina para el uso de sanitarios.
«Esto se parece más a un campo de concentración que a una Embajada», denuncia este aliado de Machado, «sitiado» junto a otros compañeros políticos y sin perspectivas de solución a la vista. En al menos tres ocasiones, temieron que las fuerzas chavistas pudiesen entrar y Villalobos no descarta que, si las restricciones aumentan, se vean forzados a salir.
APELA A LA IMPLICACIÓN INTERNACIONAL
Brasil asumió el control de las instalaciones de Argentina en Venezuela tras la ruptura de relaciones, por lo que este particular pulso político y diplomático se libra a tres bandas entre Nicolás Maduro, Luiz Inácio Lula da Silva y Javier Milei. Argentina ha concedido asilo a los opositores, pero el Gobierno de Maduro ha desoído los llamamientos para un salvoconducto que les permitiría abandonar el país.
Villalobos cree que este salvoconducto sería «la solución ideal» y, a un año vista, asume que los logros reales han sido «muy pocos» pese a los esfuerzos que sí reconoce tanto a la parte argentina como a la brasileña. En relación a Brasil, señala que la tradicional afinidad entre Lula da Silva y Maduro puede ser «más importante que unos pocos asilados».
En relación al potencial papel que puede desempeñar Estados Unidos en la resolución del caso, el miembro de Vente Venezuela afirma que el retorno de Donald Trump ha marcado «una diferencia» y que la actual Administración tiene al menos la «capacidad» para negociar, como ha quedado demostrado con los acuerdos puntuales suscritos entre Washington y Caracas durante estos últimos dos meses.
No prevé, sin embargo, ninguna implicación por parte de España, país con el que admite que no ha tenido ningún contacto y al que han interpelado directamente este jueves un grupo de representantes del Comando con Venezuela que han entregado una carta al Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, en Madrid.
En dicha carta, y «ante la gravedad de la situación» de las cinco personas que siguen a día de hoy en la Embajada, reclaman al Gobierno español la organización de «una visita humanitaria» y una implicación directa en las gestiones «al más alto nivel» para negociar con Maduro la concesión «sin demora» de los salvoconductos.
«El tiempo corre en contra de estas personas que demandan atención urgente. Confiamos en que las gestiones que su gobierno adelante, serán productivas y permitirán encontrar una solución satisfactoria a la brevedad», reza la misiva dirigida al ministro José Manuel Albares y a la que ha tenido acceso Europa Press.
CONDENA EL «FRAUDE» ELECTORAL
Villalobos no oculta su «decepción» por la falta de avances internos en Venezuela pese a los teóricos movimientos diplomáticos internacionales, pero no tira la toalla y matiza que, pese a que Maduro siga en el poder, líderes como María Corina Machado siguen «dando la batalla». «Maduro no ha logrado imponer su condición de normalidad», ha remachado.
En este sentido, ha insistido en la tesis opositora de que el heredero político de Hugo Chávez «perdió las elecciones por más de cuatro millones de votos» frente a Edmundo González, refugiado ahora en España, y todo ello pese a que, según Villalobos, el chavismo ejerció «la más despiadada represión» contra la disidencia política y social.
Incide en que el chavismo acumula «fraudes electorales» desde el año 2004 y apela a la presión internacional frente a una «dictadura» que, en su opinión, parece no tener límites. Ahora, ha agregado, ya no se conforma con controlar las instituciones, sino que estas operan «absolutamente fuera de la ley y sin ningún límite».
EuropaPress
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