Tender la mano a quien lo necesita no es deber ni vocación de solo unos pocos; al contrario, para el doctor Raúl Arocha, presidente y cofundador de la Fundación Nawaraos, «el servicio es parte inherente del ser humano y todas las personas, hasta de la que se pueda creer que no tiene buenos sentimientos, tiene la capacidad de servir».
El especialista asegura que cada una de las personas tiene el don de ser útil para alguien más sin que esto le genere un beneficio propio, más que el de tener la satisfacción de haber contribuido con otra persona o una comunidad.
Recuerda que hace unos ocho años, junto a otros miembros de la fundación, visitó a la población de San Pedro en el municipio Torres de Lara, donde tenían problemas con la vialidad. Allí las diferencias entre los habitantes por diversas causas eran evidentes. No les permitía ver que podían trabajar unidos para mejorar su sector.

Con la fundación se hizo el trabajo de concienciar a todos los habitantes, aprendieron que las diferencias deben quedar de lado cuando se busca un bien en común. Con orgullo y satisfacción, ese trabajo aún marca huella en ellos.
Hace poco, Arocha volvió a ese mismo lugar y aún se conserva el trabajo que se hizo hace ocho años; es decir, el sentido de pertenencia y el trabajo en conjunto se ha mantenido. «Y eso es muy satisfactorio para nosotros», comentó.

Servir en beneficio de Barquisimeto
La Fundación Sociedad Amigos de Barquisimeto (Fundasab), quien es el responsable del Aula Abierta al Ciudadano (AAC), un programa educativo de Desarrollo Personal y de Formación Ciudadana, dirigido a los habitantes de la Ciudad de Barquisimeto, cumplirá el próximo tres de junio 70 años de labor en beneficio de la ciudad. Fundasab plantea propuestas para brindar un mejor desarrollo para la ciudad y sus habitantes.
En un encuentro especial de esta fundación, el doctor Raúl Arocha dictó la charla: «El servicio, esencia de la vida», organizada por el AAC.