Mientras la ofensiva de los Reales sigue trabajando en la inconsistencia mostrada durante las primeras dos series de la temporada, hay un bateador que ha sido el más constante en cuanto a su enfoque y sus resultados en esta pequeña muestra de seis partidos.
El venezolano Maikel García ha conectado de hit en los cinco juegos en los que ha tenido al menos una visita al plato en esta campaña. Cuatro de sus seis imparables (en 17 turnos) han sido de extrabases, incluidos dos jonrones. El batazo descomunal que conectó la tarde del lunes recorrió 428 pies hasta el fondo del jardín central en el American Family Field, según Statcast, el cuadrangular más largo de su carrera y el segundo batazo más fuerte que ha pegado, con una velocidad de salida de 108.8 millas por hora.
Todos los cambios en su mecánica de bateo que García implementó en la primavera le han beneficiado en este inicio de campaña; tanto él como los Reales lo creen. La patadita ayuda con el tiempo de reacción. Mantiene su peso en el centro de su postura en lugar de cargarse hacia adelante. Su bate descansa sobre el hombro, y ha eliminado el movimiento amplio de las manos que solía hacer el año pasado.
“Ha tenido más repeticiones con esa patadita y se siente bien relajado en su posición inicial”, dijo el coach de bateo Alec Zumwalt. “Ves cómo el bate descansa en su hombro y no se acelera. Creo que eso demuestra cuánto tiempo tiene ahora para tomar decisiones. Está controlando la zona, y eso era algo en lo que me dijo que quería mejorar. Ya había tenido éxito con eso antes, así que no es algo que estemos inventando; sólo estamos ayudándole a recuperarlo.
“En resumen, eso le está dando más tiempo”.
Pero no es sólo el swing lo que tiene a García sintiéndose bien. También se siente más cómodo con su rutina previa al juego en la sala de entrenamiento, la jaula de bateo e incluso en el gimnasio, lo cual, según él, es nuevo este año. Hasta ahora, García está cuidando mejor su cuerpo que el año pasado, utilizando los baños de agua fría y caliente y otros recursos que los Reales ponen a disposición de sus jugadores.
Algo que el coach asistente de bateo Joe Dillon le dijo a García un día se le quedó grabado al venezolano de 25 años: “Cuando mi cuerpo está fresco, puedo hacer un buen contacto. Cuando mi cuerpo está cansado y mis piernas están cansadas, empiezo a empujar la bola y trato de usar más el cuerpo para batear”.
Uno de los desafíos de un bateador es estar disponible todos los días y mantenerse al día con la recuperación, para soportar una temporada completa.
En ese sentido, García aprendió de dos de los mejores.
“Veo a Salvy [Pérez], a Bobby [Witt Jr.] y a muchos hacer muchas cosas en la sala de entrenamiento y en el gimnasio”, destacó García. “Agua caliente, agua fría. Y rinden todos los días. Realmente cuidan su cuerpo. Entonces, ahora estoy tratando de hacer eso”.
Con Jonathan India en la alineación a diario cubriendo varias posiciones, los Reales pueden mantener a García más fresco y colocarlo en situaciones más favorables, como en la parte baja del orden ofensivo o con mejores enfrentamientos de pitcheo. Su estilo de bateo — contacto fuerte y velocidad — puede ayudar a alargar la alineación del equipo.
Y por ahora, todo pinta bien para García. Los imparables están cayendo. Se está embasando. Incluso encabeza el equipo en cuadrangulares —¿quién lo hubiera pensado?
La verdadera prueba vendrá cuando inevitablemente entre en una mala racha, como le pasa a todo bateador. ¿Recuerdan lo bien que comenzó el año pasado? Luego cayó en un bache del que no pudo salir, terminando con promedio de .213, OPS de .613 y wRC+ de 69, el peor en las Grandes Ligas entre los bateadores calificados.
Mantener su enfoque, su mecánica y su rutina será clave a lo largo de la larga campaña.
“Ésa es la idea: Mientras más consistente seas con tu mecánica y tu forma de pensar, más fácil será volver a eso cuando las cosas no salgan bien”, manifestó el capataz de los Reales, Matt Quatraro. “Te van a poner a prueba mentalmente, cuando conectas varias bolas fuertes que no caen, y de repente pasas varios días sin dar de hit. La velocidad de Maikel, su capacidad para tocar la bola, para usar todo el terreno, y no sólo eso, sino también su aporte defensivo, nos ayuda a ganar. Si mantiene el enfoque en los objetivos del equipo, esas malas rachas serán mucho más cortas”.
Por ahora, García sigue aprovechando los buenos resultados que le está dando su swing.
“Me encanta negociar bases por bolas. Me gusta dar hits”, exclamó García. “Sólo quiero ayudar a hacer algo bueno en el juego. Ya sea con boletos, hits, defensa, correr. Lo que sea”.
LA/MLB
Foto: MLB
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