El rey Carlos III y la reina Camilla presidieron la misa del Jueves Santo, conocida como Royal Maundy Thursday, en la Catedral de Durham. El año pasado el jefe de estado británico estuvo ausente por motivos de salud.
Fiel a la tradición, el monarca entregó a un grupo de 152 ilustres jubilados, (76 mujeres y 76 hombres) un monedero blanco con la cantidad simbólica de 76 peniques de plata (uno por cada año que él tiene) y otro monedero rojo con dos monedas conmemorativas del acto. Una distinción con la que se reconoce la labor social que los galardonados desempeñan en la comunidad eclesiástica.
El acto religioso tiene sus orígenes en el siglo IV y es una alegoría del momento en el que Jesús lavó los pies a los apóstoles.
Al concluir el servicio religioso, los reyes visitaron el Decanato en donde les mostraron una exposición de las Cartas Magnas de la Catedral.
Previo a esta cita, Carlos III compartió una emotiva carta sobre el significado de la Pascua. “El mensaje de la Pascua es que Dios amó tanto al mundo – a todo el mundo – que envió a su hijo a vivir entre nosotros para mostrarnos cómo amarnos los unos a los otros, entregando su propia vida por los demás en un acto de amor más fuerte que la muerte”.
Seguidamente expresó: “hay tres virtudes que el mundo sigue necesitando: fe, amor y esperanza. Y la mayor de ellas es el amor. Con estas verdades eternas en mi mente y en mi corazón, les deseo una Pascua bendita y pacífica”.
La próxima gran cita, como es tradición, la familia real británica se reunirá el domingo 20 de abril en la tradicional Misa de Pascua que se celebra en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.
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