Alicia Pietri de Caldera: hacedora de sueños

Julio Rodríguez Berrizbeitia (Tomado del Papel Literario de El Nacional, 22-23 feb 2025).

 

El abogado e historiador, José Gregorio Villegas ha publicado un homenaje biográfico a Alicia Pietri de Caldera (1923-2011), dos veces primera dama y presidenta de la Fundación del Niño. En 1995 fue reconocida con el Premio Mujer por la Paz, otorgado por Together for Peace Foundation. La publicación incluye numerosas imágenes, que enriquecen el recorrido.

 

Seguir la trayectoria de una de las mujeres venezolanas más notables del siglo veinte y parte del que ya estamos recorriendo, nos obliga a tratar de entender la presencia entre nosotros de una vida que mostró de forma sorprendente su misión y el propósito de una inteligencia dedicada a su familia y al engrandecimiento de su país a través de su servicio a la infancia venezolana.

Tuve la suerte de conocerla cuando todavía rondábamos por los últimos años del bachillerato en el Colegio San Ignacio, época en que con su hijo Andrés y otro grupo de compañeros tratábamos, en el Centro de Estudiantes, de definir nuestro futuro en términos de cuál podía ser nuestro servicio al país. Sorprendía encontrarse frente a una personalidad que transmitía con modestia y sencillez una idea clara de lo que había que hacer aquí y ahora. La señora Caldera poseía una extraordinaria capacidad organizativa, con un orden mental capaz de combinarlo con abundantes dotes ejecutivos. Manejaba, sin ningún tipo de conflicto, ideas contrarias y alternativas que en su mente formaban una síntesis refinada y necesaria de lo que se podía hacer en ese momento. En la ejecución de los planes llevados a cabo a lo largo del primer período presidencial de su marido desde la Fundación Festival del Niño, sin desmerecer lo realizado anteriormente, demostró que se podía unir el pasado con el presente para mejorar la gestión a realizar.

En el segundo período presidencial del Dr. Caldera la primera dama entendió que la Fundación ya no era la del primer período, ya que nos encontrábamos en un país diferente, lo cual exigía esfuerzos y orientaciones adicionales a las vividas en el pasado.

En medio de ambos períodos presidenciales Alicia Pietri de Caldera se dedicó en cuerpo y alma al Museo de los Niños que hoy sigue siendo la viva imagen de una acción profundamente comprometida con la niñez venezolana.

Los programas realizados a través de la Fundación, en los períodos señalados, mostraban una profunda búsqueda personal y en equipo, de adecuar la actividad a realizar, con un lenguaje sencillo y fácil de ser comunicado; a reforzar el razonamiento y la creatividad; a insistir en la necesidad de proteger y estimular la estructura familiar; a promover hábitos higiénicos y a realizar el desarrollo intelectual a través de las habilidades matemáticas y el uso del cuento como instrumento de los ejemplos que alimentan la imaginación. Una gran parte de ese mensaje puede leerse en las “Páginas para imaginar” de la Fundación Festival del Niño, publicadas entre 1969 y 1973. Las mismas son un testimonio único de cómo reunir el talento disponible para la época con el objetivo de crear un instrumento de comunicación efectivo, al igual que el programa Sopotocientos, para llegar a los niños de todo el país, especialmente aquellos que no contaban con los medios adecuados para despertar la imaginación a través de cuentos, poesías y canciones.

En la presentación de las “Páginas para imaginar” de 1969 la señora Caldera escribía:

“Estos son algunos de los mejores cuentos, poemas y canciones escritas para ti, niño venezolano. En cada figura podrás descubrir nuevos mundos de emociones y belleza. Podrás descubrir también que leer es una aventura maravillosa, en la cual se participa y se vive intensamente. Por eso llamamos a este libro Páginas para imaginar. (La obra contó con un valioso diseño del artista plástico Mateo Manaure)”.

Posiblemente doña Alicia no pudo dejar de sonreír cuando en la obra ya mencionada Aquiles Nazoa terminaba un cuento con una despedida:

“Le sonrió con esa sonrisa que los seres sencillos no suelen tener sino para los que comparten un secreto maravilloso”.

En las “Nuevas páginas para imaginar” de diciembre de 1970 doña Alicia se dirige a sus destinatarios infantiles señalando que “A través de Páginas para imaginar encontramos un camino para llegar a ti, niño venezolano; encontré un medio efectivo para comunicarme contigo.

En la misma obra se incluye una carta del poeta Pablo Neruda en la cual solicita a la esposa del presidente venezolano la publicación de su poesía “Las aves del Caribe”. Con qué emoción doña Alicia y los niños de Venezuela habrán leído del bardo chileno: “…la voz opaca tengo, y la voz de un corazón sombrío, y yo no soy en la arena del Caribe sino una piedra que llegó del frío”. La carta de Neruda es una manifestación de admiración por la persona y la obra representada por ella, independientemente de las posturas que cada quien asume frente al tránsito temporal.

En “Otras páginas para imaginar” (diciembre de 1971) la Fundación continúa con el esfuerzo de mantener una obra que abre a través de la imaginación de los niños los caminos de tiempos venideros. En el mensaje de ese año doña Alicia refuerza la idea de que “Mientras el amor por la ternura, los asuntos inspirados por la generosidad y el deseo de servir que van en las páginas de este libro contribuirán a hacerte mejor, y a provocarte mayores deseos de corresponder a las esperanzas que tenemos en ti”.

En “Más páginas para imaginar” (1972) se celebró con dicha obra el “Año Internacional del Libro” que contó con las ilustraciones de Alfredo Rodríguez. En la obra mencionada la señora Caldera nos señala que:

“Trabajar por los niños y con los niños es algo que no cansa. Ellos le devuelven a uno, en un gesto, en una mirada, en una frase espontánea, todo el esfuerzo puesto para atenderlos. No les aburre nada; todo les impresiona; tienen una capacidad ilimitada para recibir, para comprender, para asimilar”.

Alicia Pietri de Caldera, madre de seis hijos, no podía dejar de mencionar, frente a la reacción de los niños ante las Páginas para imaginar, su candor y sorpresa ante la impresión causada “en el alma de niño ante un cuento hermoso”. Siempre con un sentido crítico, pero no para lamentar lo pasado, sino para construir un mejor futuro, tenía claro los fallos cometidos en uno de los ensayos de literatura colectiva infantil más importantes que hemos tenido. Pero para ella realizar un plan sistemático de producción de una buena literatura infantil le pareció “un objetivo interesante”. Con una mirada puesta en el futuro sintetizó el trabajo realizado: “…confío que esta serie renovada en su presentación, lo mismo que en su contenido y quizás en su nombre, continuará indefinidamente al servicio de la infancia venezolana”.

Pero el esfuerzo de unas páginas para la imaginación continúa a pesar de no contar ya entre nosotros con la presencia de una mujer extraordinaria que pensó en el poder de la portentosa imaginación de los niños. Si visitamos hoy el Museo de los Niños de Caracas, su séptimo hijo, hay una sala dedicada a la lectura de cuentos para los niños. Entre los acompañantes que los niños encuentran al llegar a ese espacio del Museo están El Principito y Alicia en el país de las maravillas. Probablemente la presencia de Alicia, la del país de las maravillas, evoca el recuerdo de la Alicia que vivió entre nosotros, la que pensó que la infancia venezolana podía hacer de este país uno de maravillas. Quizás como la Alicia de Lewis Carroll, Alicia Pietri de Caldera, en donde se encuentre, podría vivir ese último pensamiento de su homónima:

“Por último, imaginó a su pequeña hermana, ya mayor convertida en mujer, pero conservando a través de los años el corazón puro y tierno de la infancia, alrededor de ella había otros niños, con ojos muy abiertos, que contemplarían quizás aquellos mismos personajes del país de las maravillas”.

Pero en honor de nuestra primera dama de Venezuela, hoy en la sala de lectura del Museo de los Niños se leen cuentos y cuando uno se acaba se leen otros, de tal forma que el cuento nunca se acaba.

La entrada Alicia Pietri de Caldera: hacedora de sueños se publicó primero en El Informador Venezuela.

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