Migrantes dentro y en fronteras con Estados Unidos, llenos de miedo y zozobra

La llegada al poder de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha sido un trago amargo para los venezolanos que llevan meses varados en México y que aspiraban entrar legalmente a ese país a través de la aplicación CBP One, un programa de citas implementado por la administración de Joe Biden, que permitía a los migrantes ingresar desde un puerto entre Estados Unidos y México para solicitar asilo. Esta medida cesó el 20 de enero y ahora los criollos se sienten en un limbo, quedando muchos a merced de la inseguridad que hay en las ciudades fronterizas mexicanas, dominada por los carteles de la droga.

Trump, firmó un lote de decretos y memorandos, de los cuales tres tienen que ver con reducir la inmigración, en donde plantea la deportación de cualquier personas que esté en Estados Unidos, sin estatus migratorio legal. Declaró la emergencia nacional en la Frontera Sur para impedir el ingreso de indocumentados. Inició el camino legal para poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento, tratando de restringir la 14ª enmienda de la Constitución estadounidense, que establece que «todas las personas nacidas» en EE.UU. «son ciudadanos de Estados Unidos», incluso si son hijos de quienes hayan ingresó ilegalmente a este país, o legalmente pero con visa de turista, estudiante o trabajo.

Asimismo, el mandatario republicano, decretó el fin del Parole Humanitario, que permitía a migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela ingresar a Estados Unidos por vía aérea, y suspendido temporalmente el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos (USRAP), en donde se le permitía el ingreso a migrantes bajo medida humanitaria, a través de un programa que se llevaban en conjunto con Acnur.

Migrantes deben tener calma

«Los venezolanos que están en Estados Unidos, que son buenos ciudadanos, tienen un proceso migratorio legal o son residentes, cumplen las leyes y no han sido detenidos, no tienen por qué preocuparse ante posibles deportaciones. Y quien no haya iniciado el proceso para solicitar asilo, debe ponerse en contacto con un abogado que lo asesore e inicie el proceso», explicó Patricia Andrade, abogada y directora fundadora de la ONG Raíces Venezolanas en Miami.

María Montoya, consultora en migración, considera que aunque Trump ha planteado realizar deportaciones masivas, cree difícil que esta medida se cumpla a corto plazo. «Donald Trump en su campaña hacia la presidencia muchas veces dijo que él iba a revocar todos los alivios migratorios que fueron impuestos durante el mandato de Joe Biden. Sin embargo tendríamos que ver los acontecimientos por lo menos en los siguientes dos o tres meses para saber exactamente qué es lo que va a suceder», expresó.

Tomás Páez, sociólogo y coordinador del Observatorio de la Diáspora Venezolana, precisó que en Estados Unidos hay alrededor de 15 millones de personas que han entrado a ese país de manera irregular y para deportarlos se requeriría de cuantiosos recursos monetarios y humanos.

«El costo de una deportación sale aproximadamente en mil dólares por persona. Estamos hablando que tendrían que hacer una inversión muy grande…La migración venezolana hacia Estados Unidos tiene que ver reunificación familiar, posibilidades de crecimiento, desarrollo», recalcó. También precisó que actualmente el Observatorio de la Diáspora, ha contabilizado que para el 2025, existen nueve millones 100 mil venezolanos en el exterior, es decir un tercio de la población nacional.

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