El Barcelona ya está solo al frente de LaLiga. Hansi Flick, enfadado, proclamó en la previa que la mejor respuesta del equipo a la negativa de aplazar hasta mayo su partido ante Osasuna y cargarle con un calendario demencial era «ganar»… Y el equipo respondió. Con goleada por 3-0.
La abrió Ferran Torres y la cerró Robert Lewandowski, dando por hecho que, hoy por hoy, este Barcelona disfruta de un estado de gracia indiscutible, contando con la primera, la segunda y hasta la tercera unidad. Así, entre olas del público, recordatorios al Real Madrid, algarabía y un optimismo desatado, el Barcelona cabalga sin freno en el liderato, a ritmo de récord.
Respondió el Barcelona al reto enlazando su octava victoria consecutiva en LaLiga, la mejor marca del curso y superando las siete con que comenzó el campeonato… Hasta que perdió en la octava fecha, de visita al mismo Osasuna que este jueves cedió ante el futbol e intensidad de los jugadores de Flick, que prácticamente sentenciaron el triunfo en el primer tiempo.
Pagó factura, sí, el equipo azulgrana por la lesión de Dani Olmo, cuyo alcance preocupa a un staff que deberá rotar con extremo tino en los próximos encuentros, ante el Girona el domingo y en el Metropolitano el siguiente miércoles, aunque, de entrada, logró el primero de los objetivos: quedarse solo en el liderato para confirmar su papel de máximo favorito.
Diez minutos mantuvo el 0-0 Osasuna en Montjuïc. A los siete Olmo falló un gol claro, asistido por Alejandro Balde, y a los once Balde le regaló la asistencia del 1-0 a Ferran Torres, titular en lugar de Lewandowski y que no falló a su cita con el gol, abriendo rápido la lata para evitar nervios.
Fue, la primera media hora, un avasallamiento casi continuado del Barça, que consciente de que el desgaste físico aparecería tras el descanso, quiso resolver el envite lo antes posible. Así fue cuando Sergio Herrera arrolló a Olmo… y el penalti que le atajó debió repetirse por la entrada de Moncayola en el área antes del disparo.
RepeticiónEl Barcelona ya está solo al frente de LaLiga. Hansi Flick, enfadado, proclamó en la previa que la mejor respuesta del equipo a la negativa de aplazar hasta mayo su partido ante Osasuna y cargarle con un calendario demencial era «ganar»… Y el equipo respondió. Con goleada por 3-0.
La abrió Ferran Torres y la cerró Robert Lewandowski, dando por hecho que, hoy por hoy, este Barcelona disfruta de un estado de gracia indiscutible, contando con la primera, la segunda y hasta la tercera unidad. Así, entre olas del público, recordatorios al Real Madrid, algarabía y un optimismo desatado, el Barcelona cabalga sin freno en el liderato, a ritmo de récord.
Respondió el Barcelona al reto enlazando su octava victoria consecutiva en LaLiga, la mejor marca del curso y superando las siete con que comenzó el campeonato… Hasta que perdió en la octava fecha, de visita al mismo Osasuna que este jueves cedió ante el futbol e intensidad de los jugadores de Flick, que prácticamente sentenciaron el triunfo en el primer tiempo.
Pagó factura, sí, el equipo azulgrana por la lesión de Dani Olmo, cuyo alcance preocupa a un staff que deberá rotar con extremo tino en los próximos encuentros, ante el Girona el domingo y en el Metropolitano el siguiente miércoles, aunque, de entrada, logró el primero de los objetivos: quedarse solo en el liderato para confirmar su papel de máximo favorito.
Diez minutos mantuvo el 0-0 Osasuna en Montjuïc. A los siete Olmo falló un gol claro, asistido por Alejandro Balde, y a los once Balde le regaló la asistencia del 1-0 a Ferran Torres, titular en lugar de LewandowsEl Barcelona ya está solo al frente de LaLiga. Hansi Flick, enfadado, proclamó en la previa que la mejor respuesta del equipo a la negativa de aplazar hasta mayo su partido ante Osasuna y cargarle con un calendario demencial era «ganar»… Y el equipo respondió. Con goleada por 3-0.
La abrió Ferran Torres y la cerró Robert Lewandowski, dando por hecho que, hoy por hoy, este Barcelona disfruta de un estado de gracia indiscutible, contando con la primera, la segunda y hasta la tercera unidad. Así, entre olas del público, recordatorios al Real Madrid, algarabía y un optimismo desatado, el Barcelona cabalga sin freno en el liderato, a ritmo de récord.
Respondió el Barcelona al reto enlazando su octava victoria consecutiva en LaLiga, la mejor marca del curso y superando las siete con que comenzó el campeonato… Hasta que perdió en la octava fecha, de visita al mismo Osasuna que este jueves cedió ante el futbol e intensidad de los jugadores de Flick, que prácticamente sentenciaron el triunfo en el primer tiempo.
Pagó factura, sí, el equipo azulgrana por la lesión de Dani Olmo, cuyo alcance preocupa a un staff que deberá rotar con extremo tino en los próximos encuentros, ante el Girona el domingo y en el Metropolitano el siguiente miércoles, aunque, de entrada, logró el primero de los objetivos: quedarse solo en el liderato para confirmar su papel de máximo favorito.
Diez minutos mantuvo el 0-0 Osasuna en Montjuïc. A los siete Olmo falló un gol claro, asistido por Alejandro Balde, y a los once Balde le regaló la asistencia del 1-0 a Ferran Torres, titular en lugar de Lewandowski y que no falló a su cita con el gol, abriendo rápido la lata para evitar nervios.
Fue, la primera media hora, un avasallamiento casi continuado del Barça, que consciente de que el desgaste físico aparecería tras el descanso, quiso resolver el envite lo antes posible. Así fue cuando Sergio Herrera arrolló a Olmo… y el penalti que le atajó debió repetirse por la entrada de Moncayola en el área antes del disparo.
Repetición, gol, 2-0 y, en 20 minutos, la victoria encaminada para un líder que no cesó en su empeño casi hasta el descanso, avisado, se supone, de accidentes anteriores.
Pero si alguien temía que el desgaste físico le pasase factura en la segunda mitad al Barça, Flick supo gestionar con diligencia los minutos de sus jugadores. Obligado a meter a Fermín por Olmo antes de la media hora, tras el descanso dio entrada, después de muchos partidos sin aparecer, a Pablo Torre…
Y tanto Fermín, asistente del 3-0 a Lewandowski, que entró más tarde, como Torre le demostraron al entrenador que están prestos y preparados para disfrutar de la confianza necesaria en estos partidos de máxima exigencia.
Si quiso acortar distancias el equipo navarro, fue el Barcelona el que convirtió la victoria en goleada, para cerrar debates y dispararse al frente de la clasificación. A diez jornadas de acabar LaLiga, el torneo se vistió de azulgrana.DIM
LA
ki y que no falló a su cita con el gol, abriendo rápido la lata para evitar nervios.
Fue, la primera media hora, un avasallamiento casi continuado del Barça, que consciente de que el desgaste físico aparecería tras el descanso, quiso resolver el envite lo antes posible. Así fue cuando Sergio Herrera arrolló a Olmo… y el penalti que le atajó debió repetirse por la entrada de Moncayola en el área antes del disparo.
Repetición, gol, 2-0 y, en 20 minutos, la victoria encaminada para un líder que no cesó en su empeño casi hasta el descanso, avisado, se supone, de accidentes anteriores.
Pero si alguien temía que el desgaste físico le pasase factura en la segunda mitad al Barça, Flick supo gestionar con diligencia los minutos de sus jugadores. Obligado a meter a Fermín por Olmo antes de la media hora, tras el descanso dio entrada, después de muchos partidos sin aparecer, a Pablo Torre…
Y tanto Fermín, asistente del 3-0 a Lewandowski, que entró más tarde, como Torre le demostraron al entrenador que están prestos y preparados para disfrutar de la confianza necesaria en estos partidos de máxima exigencia.
Si quiso acortar distancias el equipo navarro, fue el Barcelona el que convirtió la victoria en goleada, para cerrar debates y dispararse al frente de la clasificación. A diez jornadas de acabar LaLiga, el torneo se vistió de azulgrana.DIM
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, gol, 2-0 y, en 20 minutos, la victoria encaminada para un líder que no cesó en su empeño casi hasta el descanso, avisado, se supone, de accidentes anteriores.
Pero si alguien temía que el desgaste físico le pasase factura en la segunda mitad al Barça, Flick supo gestionar con diligencia los minutos de sus jugadores. Obligado a meter a Fermín por Olmo antes de la media hora, tras el descanso dio entrada, después de muchos partidos sin aparecer, a Pablo Torre…
Y tanto Fermín, asistente del 3-0 a Lewandowski, que entró más tarde, como Torre le demostraron al entrenador que están prestos y preparados para disfrutar de la confianza necesaria en estos partidos de máxima exigencia.
Si quiso acortar distancias el equipo navarro, fue el Barcelona el que convirtió la victoria en goleada, para cerrar debates y dispararse al frente de la clasificación. A diez jornadas de acabar LaLiga, el torneo se vistió de azulgrana.DIM
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