En dos meses hubo 533 cortes eléctricos en Lara

Entre los meses de enero y febrero de este año, en los municipios Iribarren, Palavecino y Simón Planas se registraron más de 500 cortes de electricidad. Esto da una suma de mil 400 horas sin el servicio, según el ingeniero Raúl Azparren, miembro del Movimiento Activos por la Luz en el estado Lara.

Azparren detalla que a pesar de estas cifras, en comparación con el año 2024, se ha registrado una disminución de un 60%. Recalcó que «aunque no lo parezca, este año han sido menos los cortes, pero con más horas de duración», y a pesar de no ser una situación nueva para la colectividad larense, las personas no se acostumbran por la gran necesidad que se tiene del servicio eléctrico.

En Barquisimeto y sus alrededores se registran apagones y bajones eléctricos a diario.

Durante el primer trimestre del año 2024, el movimiento logró cuantificar hasta el 31 de marzo 2.800 horas de suspensión del servicio durante mil 264 cortes. Para el especialista, la disminución de los apagones tendría que ver con la paralización del 70% del sector industrial, lo que permitió a la empresa energética estatal poder reducir las horas de suspensión del suministro eléctrico.

Sin embargo, «esto no concuerda con los anuncios realizados por el Ejecutivo nacional en cuanto a un nuevo plan de ahorro energético. Cualquier cosa que diga es una suposición, pues desconocemos la realidad de la empresa eléctrica del país», enfatizó Azparren.

En Barquisimeto y sus alrededores se registran apagones y bajones eléctricos a diario.

Gran parte de la población del estado Lara es afectada por estos cortes eléctricos

Juan Carlos Castillo, quien vive hacia la zona oeste de la ciudad, en La Carucieña, dijo que «el servicio eléctrico nos la quitan una semana sí y la siguiente no, y lo hacen cada dos días, por un lapso de entre tres y cuatro horas. Durante ese tiempo salimos a jugar dominó y a compartir entre los vecinos. No es una situación agradable porque a nadie le gusta quedarse a oscuras y con calor, pero no podemos hacer nada».

Odalis Ascanio, habitante de Sarare, municipio Simón Planas, explica que cuando el suministro eléctrico es suspendido se sienta debajo de una mata para tomar fresco, «son por lo menos entre cuatro y cinco horas las que interrumpen el servicio, dos veces a las semana».

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