El número de fallecidos en Yemen tras los bombardeos de Estados Unidos contra posiciones de los rebeldes hutíes superó el lunes 17Mar los 50, mientras que los insurgentes respondieron por segunda vez en menos de un día con misiles y drones, advirtiendo que replicarán cualquier intensificación de las hostilidades.
Los bombardeos estadounidenses -que ya suman 47- han golpeado principalmente la capital de Yemen, Saná, controlada por los rebeldes; pero también otras regiones, sobre todo costeras, donde ha sido destruida infraestructura civil y militar, dejando casi un centener de heridos.
La madrugada del lunes los hutíes declararon que «han atacado con éxito -por tercera vez- el portaviones estadounidense USS Harry Truman en el norte del mar Rojo con dos misiles de crucero y dos aviones no tripulados», así como «un destructor estadounidense con un misil de crucero y cuatro aviones no tripulados».
EE.UU. inició en la noche del pasado sábado una serie de ataques aéreos contra distintas ciudades controladas por los hutíes en el norte y el centro del Yemen, así como en Saná. Esas acciones militares responden a una orden del presidente estadounidense ocurrida después que los hutíes aseguraran esta semana que reanudarán sus operaciones militares en los mares Rojo y Arábigo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó una operación militar «decisiva y poderosa» acusando a los hutiés de emprender una «implacable campaña de piratería, violación y terrorismo contra barcos, aviones y drones estadounidenses y de otros países», que le «ha costado a la economía estadounidense y mundial muchos miles de millones de dólares y, al mismo tiempo, han puesto en peligro vidas inocentes».
Este cruce de ofensivas entre Washington y los hutíes ha intensificado la inestabilidad en Oriente Medio, sin que ninguna de las partes haya mostrado intención de frenar la escalada. Por el contrario, EE. UU. amenaza con empeorar la situación al responsabilizar a Irán de los ataques, y la nación persa advirtió que tomaría represalias contra cualquier ofensiva.
Los hutíes, a quienes se suman miles de yemeníes, justifican su acción como represalia ante los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, el bloqueo del Gobierno de Israel a la entrada de ayuda humanitaria en los territorios palestinos así como la ocupación de éstos por parte de colonos israelíes.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, en octubre de 2023, los rebeldes yemeníes, apoyados por Irán, atacan con misiles a Israel y barcos estadounidenses y británicos, en solidaridad con los palestinos.
El mando de los insurgentes condenó los ataques israelíes del martes 18Mar contra la Franja de Gaza, y adelantó que el movimiento rebelde «continuará su apoyo y asistencia (a los palestinos) y escalará la confrontación» contra Israel, apoyado por EE. UU.
La situación frente a las costas de Yemen impacta el tráfico marítimo en el mar Rojo y el golfo de Adén, claves para el comercio mundial.
Fotos: AFP/Xinhua
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