Casi el 100 por ciento de los docentes universitarios se ha visto en la obligación de buscar otra forma de generar ingresos para poder cubrir sus necesidades básicas, esto ocurre como consecuencia de la falta de ajuste salarial en los últimos tres años. Según miembros de asociaciones de docentes universitarios, actualmente devengan entre 5 (Bs. 317,45, según tasa del BCV) y 16 dólares (Bs. 1.015,84).
Gonzalo Meléndez, de la Asociación de Profesores Universitarios de la Unexpo (Apunexpo), destaca que con los salarios que devengan los profesores universitarios en la actualidad les resulta muy difícil vivir. Precisa que ni siquiera quienes están en la escala más alta, que implica estar a tiempo completo en la institución, pueden quedarse con un solo ingreso.
«Yo tengo 30 años como profesor en la Unexpo y sólo gano $16 al mes, eso no alcanza para nada. Con mi carro me ha tocado salir a hacer deliveries, carreritas y cuando sale algún trabajo en una empresa también lo hago, pero en lo que va de año no he tenido ningún servicio. Gracias a Dios mis hijos me ayudan, pero uno no estudió y se preparó para estar así», dice indignado Meléndez.
En 2017, un profesor titular, con maestría o especialización, percibía 382.443 bolívares al mes, que según la tasa del Banco Central de Venezuela (BCV), equivalía a 529 dólares.
«Lamentablemente, a los docentes les ha tocado buscar otros horizontes, hacer actividades paralelas y dejar un poco de lado para lo que se formaron para generar lo necesario para vivir. En esta situación en las universidades murió la meritocracia, pero prevalece la ética y el compromiso de seguir formando profesionales que tal vez se vayan del país», dice Gustavo Sánchez, director del programa de administración de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA).
Docentes comparan el pasado con el presente
Recuerda que en los años 90, cuando ingresó como instructor, a los seis meses se compró un carro usado, a los dos años lo cambió por uno mejor y a los seis años de trabajo se logró comprar un carro de agencia, algo que asegura ya no se puede hacer. Estima que por lo menos el 90% del personal universitario está haciendo otra actividad económica fuera de su jornada universitaria.
Esta situación no es exclusiva de los docentes, pues tanto el personal obrero como administrativo también están percibiendo el mismo sueldo desde hace casi tres años; es decir, que tampoco les alcanza y deben recurrir a hacer repostería, venden lotería, ropa, zapatos, cualquier cosa que les genere un ingreso extra.
En la Universidad Pedagógica Experimental (UPEL), la realidad es la misma, Blanca Terán de Arrieta, presidenta de Aproupel, dice que el 98% del personal da clases a distancia en la universidad y comparte sus horas en instituciones públicas y privadas. Lamenta que también han perdido los beneficios sociales.
